La ciudad lusa de
Oporto se encuentra cerca de la desembocadura del río Duero. Al llegar desde el sur en avión se puede ver el encuentro del río y el mar y los dos faros que anuncian la entrada al río.
El monumento más característico de la ciudad es la barroca
Torre de los Clérigos, creada por el arquitecto italiano Nicolau Nasoni entre 1754 y 1763. Sus 75 metros de altura la convirtieron en el edificio más alto de Portugal durante muchos años.
La iglesia barroca perteneció a la Hermandad de los Clérigos Pobres. Además de la iglesia y su torre, el complejo de los Clérigos incluyó también una enfermería.
Cerca de la torre está la
estación de São Bento, está decorada con más de 20.000 azulejos que representan escenas históricas. La estación debe su nombre a un antiguo monasterio benedictino que ocupaba la zona antiguamente. Es obra del arquitecto José Marquês da Silva y se inauguró en 1916.
Frente a la fuente de los leones se alza el edificio de la
Universidad de Oporto, fundada en 1911. El edificio también acoge el
Museo de Ciencias Naturales y el
Museo Mineralógico y Geológico de la Facultad de Ciencias.
Al otro lado de la plaza de Gomes Teixeira, donde está la Universidad, encontramos dos iglesia carmelitas.
Las dos iglesias barrocas de la orden del Carmelo, la de los
Carmelitas y la
iglesia del Carmen están separadas por la casa más estrecha de Oporto. La casa se construyó para sortear una ley que prohibía que dos iglesias compartieran un muro común y, quizás también, para evitar que el convento femenino y el masculino estuvieran conectados.
En la casa que separa las iglesias habitaron los médicos que atendían el hospital de la orden religiosa. Actualmente se puede visitar.
La
iglesia de los Carmelitas Descalzos comenzó a construirse en 1616. El retablo es obra de Joaquim Teixeira de Guimarães.
La
iglesia del Carmen es de estilo barroco/rococó, se levantó en la segunda mitad del siglo XVIII, entre 1756 y 1768, por la Orden Tercera del Carmen, el arquitecto del proyecto fue José Figueiredo Seixas. El hospital anejo se terminó en 1801.
Junto al
Jardim do Infante Dom Henrique se encuentra el
palacio de la Bolsa, construido en 1842 por el arquitecto Joaquim da Costa Lima como sede de la Asociación Comercial de Oporto.
A su lado se levanta el complejo de la
Iglesia de San Francisco, un magnífico edificio, gótico en su origen, que alberga una de las iglesias barrocas más suntuosas de Portugal. Está construida en granito, y en la arquitectura de la misma se aprecian elementos románicos y góticos. El pórtico es de estilo barroco, edificado entre los siglos XVII-XVIII.
Entre las obras de arte que atesora la iglesia cabe destacar la talla del
árbol de Jesé que realizó el escultor Manuel Carneiro Adão en 1719. Esta talla representa el árbol genealógico de Jesús de Nazaret. En la parte superior del árbol está José, bajo una imagen de la Virgen y el Niño.
La
catedral de Oporto data de la primera mitad del siglo XII. En la plaza aneja destaca la
picota, una columna de piedra ornamentada sobre la que se exponía a los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil.
El altar mayor de la catedral, construido entre 1727 y 1729, es una importante obra del barroco joanino, proyectado por Santos Pacheco y esculpido por Miguel Francisco da Silva. Las pinturas murales de la capilla mayor son de Nasoni. Particularmente interesante es el claustro gótico decorado con piedra y azulejos alegóricos referentes al
Cantar de los Cantares.
También es muy interesante la suntuosa sacristía.
Otro templo interesante es la
iglesia de Santa Clara, su portada actual data del siglo XVIII, pero el interior es más antiguo, de 1457.
En los edificios de Oporto se puede ver una enorme variedad de rejas decorativas y fachadas de diversos estilos que le dan un aire muy característico a la ciudad.
Entre los edificios modernistas sobresale la preciosa
Casa de Serralves que en la actualidad acoge un museo de arte moderno, uno de los museos más visitados del país. El proyecto fue del arquitecto francés Charles Siclis y su ejecución quedó a cargo del arquitecto portugués José Marques da Silva. El proyecto de los jardines fue realizado por Jacques Gréber en 1932. Está considerada como un ejemplar único de la arquitectura
Art Déco en el país.
El museo cuenta con una importante biblioteca sobre arte.
Bajando hacia el río encontramos la estructura más emblemática de Oporto.
Se trata del
puente Luis I, inaugurado en 1886. El puente tiene dos pisos, uno a 15 metros de altura y otro a 80. Su construcción se basa en el proyecto del ingeniero alemán Théophile Seyrig, que fue socio del famoso Gustave Eiffel, con quien fundó la empresa Gustave Eiffel et Cie. En los meses estivales no es raro ver a niños saltando al río desde el puente.
El puente permite acceder a
Vila Nova de Gaia, donde se encuentran las bodegas del famoso caldo local. El vino de Oporto es un vino fortificado que surgió en los siglos XVI y XVII como producto de la adición de aguardiente al vino cuando está en proceso de fermentación. De este modo se consigue la estabilización del producto, logrando un vino que resistía las variantes temperaturas y humedades del largo trayecto marítimo que el comercio de la época imponía.
Desde Vila Nova de Gaia se disfruta de unas vista espectaculares del perfil de Oporto en la que destaca la Torre de los Clérigos.
Muy cerca de la
Rotunda da Boavista, con su
monumento a los Héroes de la Guerra Peninsular, se encuentra la moderna
Casa da Música, obra del arquitecto holandés Rem Koolhaas. Es una de las mejores salas de conciertos de Europa, el auditorio mayor tiene una capacidad inicial de 1.238 personas, pero puede variar según la ocasión.
Otra visita interesante es el
Palacio de Cristal, un enorme parque con vistas al río. En el parque hay una capilla luterana, una rosaleda y muchas aves, entre ellas multitud de pavos reales.
En el parque se encuentra el
Museo Romántico, una
quinta del siglo XIX donde estuvo exiliado Carlos Alberto, rey del Piamonte y Cerdeña.
Entre las especialidades gastronómicas de Oporto cabe destacar la
francesinha. Se trata de una rebanada de pan de molde tostada, rellena de diversos tipos de embutidos y carne: jamón cocido, mortadela, un filete de ternera o cerdo. Luego es recubierta con otra rebanada de pan de molde tostada y con lonchas de queso, el cual es después gratinado y bañado en una salsa picante hecha a partir principalmente de cerveza y tomate