Con poco más de 29.000 habitantes, la ciudad de Périgueux, antigua capital de la provincia del Perigord, es una de las joyas del Departamento de Dordoña. La
Catedral de Saint Front, incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1998 por ser una etapa principal en la ruta francesa del Camino de Santiago, está dedicada a
Frontis de Périgord, santo del siglo III que evangelizó la región
Se dice que este tempo se inspiró en la Basílica de San Marcos de Venecia y, a su vez, sirvió a Paul Abadie (el arquitecto que la restauró en el siglo XIX) a la hora de crear la Basílica del Sacré Coeur de París . En su interior se puede contemplar un magnífico retablo barroco y una lámpara de araña que iluminó la boda de Napoleón III con Eugenia de Montijo en París.
La catedral debe su nombre a San Frontis, primer obispo de Périgueux. La catedral, en cualquiera de los dos edificios, ha sido y es la sede del obispo de Périgueux, u obispo de Périgueux y Sarlat, como se llama la diócesis desde 1854.
Junto a la catedral, en la Plaza de la Clautre, se encuentra el mercado semanal de los miércoles y sábados, lugar ideal para comprar el delicioso
foie gras de la región o la apreciada trufa negra del Perigord.
Sin duda, la joya de esta bonita ciudad es el magnífico
Museo Vesunna, construido en torno una casa romana del siglo I que, muy probablemente, debió pertenecer a algún señor importante de la curia local. El sistema de pasarelas permite ver el interior de la
domus por encima del suelo sin necesidad de pisar la superficie original. En las vitrinas se exhibe una interesante colección de hallazgos recogidos durante las excavaciones.
Esta villa romana es la mejor de la región de Aquitania y sus hallazgos nos ayudan a conocer mejor al pueblo de los Pétrucores que habitaban la región en época romana.
La
Torre Mataguerre del siglo XIII es el último vestigio de la muralla fortificada que rodeaba a la ciudad de Puy-Saint-Front en época medieval. Hoy sobrevive rodeada de tráfico ajena al paso del tiempo.
Junto al río encontramos otro ejemplo de arquitectura tradicional. Un edificio construido en 1347 hecho de madera y bajareque (cañas trenzadas y barro) que servía de puesto de vigilancia entre la antigua ciudad de Puy-Saint-Front y el río.
La ciudad está repleta de pintorescos callejones, sobre todo en las calles aledañas a la catedral. Pasajes donde el tiempo parece haberse detenido y que harán las delicias de los aficionados a la fotografía.