A 66 kilómetros de París y 61 de Amiens se encuentra
Beauvais , capital del departamento de
Oise en la nueva región de
Norte-Paso de Calais-Picardía. La ciudad está bien comunicada por tren con París y con otras ciudades del norte de Francia. Y gracias al
aeropuerto internacional de Beauvais-Tillé está bien comunicada con el resto del mundo, con vuelos directos a varias capitales españolas.
En la Plaza Jean Hachette encontramos el edificio neoclásico del Ayuntamiento y una estatua (obra de Gabriel-Vital Dubray) de la heroína local,
Juana Hacha, figura emblemática de la resistencia francesa contra Carlos el Temerario. En cierto modo es el contrapunto laico a Juana de Arco.
El monumento más importante de la ciudad es, sin duda, la
Catedral de San Pedro, una de las catedrales góticas más imponentes del país. El templo no se acabó nunca debido a las dificultades técnicas de la obra, solo se terminaron el crucero, el coro y el ábside, formado por siete capillas absidiales y girola. En la época renacentista el edificio estaba coronado con la aguja más alta de Occidente. La torre se vino abajo en 1573.
Es posible que la construcción fuera un desafío a la corona francesa. Los enfrentamientos entre los poderosos barones aliados del obispo y la burguesía aliada del rey eran típicos de la época. El obispo Milón de Nantueil (1217-1234), estaba relacionado con los nobles que se rebelaron contra el rey Luis VIII e incluso intentaron secuestrar, sin éxito, a su hijo Luis IX, el rey santo. Construyendo esta catedral, el obispo quizás quería hacer valer su independencia frente al rey, pero debido a la falta de fondos y a los graves defectos en la construcción, estos planes se lograron sólo parcialmente.
Pese a su estado inacabado, la catedral de Beauvais no desmerece, pues sus proporciones la convierten en una construcción espectacular. En muchos sentidos puede decirse que es el mayor logro de la arquitectura gótica, es la catedral con mayor altura de coro del mundo: 48 metros.
En el interior de la catedral, en la capilla del Santísimo Sacramento, encontramos una obra maestra del ingenio humano. El reloj astronómico ideado por el relojero local Louis-Auguste Vérité. Está compuesto por 90.000 piezas mecánicas, acciona 68 autómatas y mide 12 metros de altura. Además de marcar la hora y multitud de datos para el cálculo del calendario religioso indica las mareas, el aspecto del cielo y la posición de los planetas. Incluso puede predecir los eclipses. A pesar de todo, se trata de una obra alegórica. La finalidad del reloj es la de expresar por medio de autómatas en una ciudad terrestre y otra celeste, la llegada del fin del mundo y la necesidad de redimir los pecados.
La obra de Vérité sustituye a un antiguo reloj mecánico con carillón del siglo XIV que todavía se puede ver a la derecha del reloj astronómico. Conserva muchas piezas originales, a pesar de las restauraciones a las que se ha sometido a lo largo de los siglos. La campana marca los cuartos de hora y las horas, así como todos los cánticos religiosos correspondientes a los distintos períodos del año. Además indica las fases de la Luna.
Junto a la catedral se encuentra el
Museo del Oise (MUDO), instalado en el elegante palacio de los condes-obispos de Beauvais. Tras atravesar las dos imponentes torres levantadas en el siglo XVI, se accede a un hermoso jardín y al palacio renacentista. En el museo se puede ver una colección de pintura del siglo XIX.
Cerca de la puerta septentrional de la catedral encontramos una casita que data de 1410 y es la más antigua de la ciudad. La construcción se trasladó a su emplazamiento actual en los años noventa. Es un testimonio del tipo de edificios que rodeaban la catedral antes de la destrucción de 1940.
La ciudad quedó arrasada durante la Segunda Guerra Mundial, tras un ataque de la Luftwaffe en represalia por la destrucción de una de las ciudades medievales alemanas. El incendio destruyó dos tercios de la ciudad y la parte histórica, solo se conserva una calle con construcciones originales.
Otro edificio destacable es la iglesia de Saint-Etienne, un excelente ejemplo de transición entre el arte románico y el arte gótico. En su interior hay un conjunto de vidrieras realizadas en el siglo XVI por la familia Le Prince, dinastía de maestros vidrieros de Beauvais famosos en el Renacimiento.
También es muy interesante la
Leprosería de Saint-Lazare, uno de los raros ejemplos de arquitectura hospitalaria francesa de los siglos XII y XIII. Se conservan el granero, la residencia de los religiosos y la capilla y el recinto destinado a los enfermos. El granero es una construcción única en su género. En la actualidad se han restaurado los jardines de inspiración medieval y el recinto se utiliza en actividades culturales.
A unos kilómetros de Beauvais se encuentra el
Museo Arqueológico de L'Oise y el Teatro Galo-Romano. El paisaje de la zona es precioso y tuvimos la suerte de que el director del centro, Adrien Bossard, nos enseñara las instalaciones y nos explicara el estado de las excavaciones.
Para saber más:
Oficina de turismo de Beauvais