Las celebraciones de Semana Santa no son exclusivas de España, fuera de nuestras fronteras también está muy enraizada esta tradición. En Italia se celebran procesiones, ritos religiosos, representaciones sagradas y tradiciones folklóricas que recuerdan la Pasión de Cristo. En este artículo te proponemos conocer uno de los
destinos de Semana Santa más interesantes del país transalpino: la Toscana.
El domingo de Resurrección tiene lugar en
Florencia, el
Scoppio dell Carro (Reventón del Carro). La celebración se remonta a la Primera Cruzada, cuando mercenarios europeos asediaron Jerusalén durante una batalla en la que se reclamaba Palestina para la Cristiandad. En 1097, Pazzino de' Pazzi, miembro de una destacada familia florentina fue, según la tradición, el primero en subir a las murallas de Jerusalén. Como recompensa a su valentía, el comandante le entregó tres pedernales de la Iglesia del Santo Sepulcro que en la actualidad se conservan en la iglesia de Santi Apostoli.
La celebración comienza con una procesión en la que desfilan diferentes grupos ataviados con trajes de época.
Se estableció la costumbre de encender un “fuego sagrado” con estos pedernales el Domingo de Resurrección. Grupos de jóvenes con antorchas portaban el fuego por la ciudad. Con el tiempo la tradición dio paso a la celebración actual, donde el fuego sagrada se transpora en un enorme carro tirado por bueyes. La costumbre se ha mantenido prácticamente sin variaciones desde finales del siglo XV.
Durante la procesión en la que se traslada el carro ante las puertas de la catedral, los abanderados hacen una vistosa exhibición de sus habilidades.
El cardenal de la ciudad enciende una paloma de cartón (la
colombina) que se dispara desde el altar mayor del Duomo hasta el carro cargado de cohetes, petardos y fuegos artificiales a los sones del
Gloria in excelsis Deo. Durante la celebración repican las campanas del campanile de Giotto. La magnitud y vistosidad de la explosión se toma como augurio para saber si las cosechas serán prósperas durante el año.
Ese mismo día, en
Prato, una bella localidad situada a unos 18 km de Florencia tiene lugar la ostensión o exhibición de la reliquia más famosa de la ciudad: el santo cíngulo. La leyenda cuenta que antes de ascender al cielo, la virgen le dio su ceñidor a Santo Tomás; a través de una serie de sucesos acabó en manos de un vecino de Prato que se había casado con una palestina heredera del cinto. Cinco veces al año (el día de Pascua, el Primero de Mayo mes de la Virgen, la Asunción, en Navidad y el 8 de septiembre, Natividad de María) se reúnen los representantes de la iglesia y del ayuntamiento y sacan la reliquia que está custodiada en un armario bajo siete llaves. El cura muestra la reliquia a la gente congregada en la plaza desde el precioso balcón de la catedral, decorado por
Donatello.
Más información en la página oficinal de turismo de la región,
Turismo in Toscana.