China es un país de contrastes, algo lógico en un territorio tan inmenso poblado por diversas etnias. Su cultura milenaria y sus atractivos naturales lo convierten en uno de los
destinos turísticos más importantes del mundo.
Pekín, última capital del imperio y capital política del país en la actualidad, es una ciudad asombrosa en todos los sentidos, más de dos millones de automóviles circulan diariamente por sus avenidas, lo que crea una nube permanente de contaminación sobre la ciudad. Un estudio asegura que respirar el aire de Beijing equivale a fumar 70 cigarrillos al día.
La cosmopolíta
Shanghái pasa por ser una de las ciudades más modernas del país. Uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad son los
jardines Yuyuan, los más famosos de la
República Popular China. Están situados en la zona norte de la ciudad, cerca de la antigua muralla.
La milenaria
Xian, conocida como punto de origen de la famosa Ruta de la Seda.
Pero si por algo es conocida internacionalmente es por los
guerreros de terracota, ubicados dentro del
Mausoleo de Qin Shi Huang. El yacimiento fue descubierto en marzo de 1974 durante unas obras para el abastecimiento de aguas de regadío. Desde el año 1987 está considerado como
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
las elegantes ciudades de
Hangzhou y
Suzhou, ensalzadas en las crónicas de Marco Polo, y situadas cerca de Shanghái son dos destinos importantes en buena medida por sus magníficos jardines tradicionales.
Los impresionantes paisajes de
Guilin cautivan la mirada del viajero y son una estampa recurrente en el arte chino.