La vista de Morella, capital de la comarca de Els Ports, desde la distancia es imponente. Su castillo se alza hasta una altura de 1072 metros sobre el caserío rodeado por una muralla de dos kilómetros de perímetro con siete puertas y diez torres.
La imagen resulta más vistosa, si cabe, durante el fin de semana, cuando la iluminación monumental resalta la silueta de la fortaleza.
Con razón, Morella está considerado como uno de los
Pueblos más bonitos de España. Desde hace poco tiempo participa en un innovador proyecto turístico que, con el lema
Tres territorios pero una sola tierra, reúne a las comarcas de Matarraña/Matarranya (Teruel), Terra Alta (Tarragona) y Morella (Castellón). Todo un ejemplo, este de aunar esfuerzos, en una época en la que lo que está de moda es diferenciarse del vecino.
Morella tiene mucho que ofrecer al visitante. Entre los atractivos que el viajero no debe perderse destacan el castillo, una las fortalezas más imponentes del Mediterráneo. El paso de numerosas civilizaciones ha dejado su impronta en esta impresionante construcción habitada sin interrupción desde el III milenio antes de Cristo.
Sus muros han sido testigos de historias, alianzas y conflictos. Salones y Patio de Armas que han sido escenario de las batallas de El Cid Campeador, de contiendas como la Guerra de Sucesión, y eje de las guerras Carlistas. En 2014 se celebra el centenario del encuentro histórico en la localidad entre entre el
Papa Luna,
San Vicente Ferrer y el rey
Fernando I de Aragón.
Morella también desempeñó un papel relevante durante la
Primera Guerra Carlista. El
general Cabrera, llamado el
Tigre del Maestrazgo tomó la ciudad en enero de 1838 y la convirtió en la capital del territorio bajo su control. El verano siguiente la defendió con éxito frente al general Oráa.
A los pies del castillo se alza el hermoso
Convento de Sant Francesc. La Iglesia del convento, del siglo XIV, conserva la belleza y sencillez del gótico original, como los restos del claustro. La Sala Capitular atesora una de las muestras más antiguas del arte macabro español,
La Danza de la Muerte, un fresco del siglo XV en que la nobleza, el clero y el pueblo llano bailan juntos en torno a la muerte.
La
Basílica de Santa María La Mayor es uno de los templos más hermosos de la Comunidad Valenciana. Está levantado en estilo gótico y reúne en una misma fachada dos puertas de gran interés, la de los Apóstoles y la de las Vírgenes.
En su interior hay que detenerse en la escalera de caracol que da acceso al coro, realizada en estuco de yeso policromado.
Junto a los Reyes Magos se puede ver a un pastor preparando el tradicional
alioli.
Dando un paseo por las murallas o los callejones de esta bella localidad castellonense encontramos a cada paso rincones fotogénicos que reclaman nuestra atención. Desde el castillo se tiene una vista privilegiada de todo el pueblo.
Abundan las casas solariegas, sobre todo en la preciosa calle central con altos pórticos de piedra.
Los dos accesos principales son la Puerta de San Mateo y, al norte, la Puerta de San Miguel.
Desde época medieval la manufactura de prendas ha tenido una gran importancia en esta localidad, la manta morellana es un legado de este pasado textil. Destaca por su diseño de franjas horizontales y la combinación de colores vivos. Se confeccionan en lana y en algodón y pueden adquirirse en diversos establecimientos dedicados a la venta de esta artesanía y también de jerseys de lana. Estas telas morellanas han evolucionado en cuanto a funcionalidad y hoy se adquieren, no solo como mantas o colchas, sino también para crear cortinas, caminos de mesa, cojines, bolsos, incluso, ropa y accesorios para indumentarias festivas y culturales.
Los viajeros más activos, o quienes visiten la localidad con niños, pueden pasar un día de aventuras en el parque
Saltapins, un circuito multiaventura de actividades para todos, a partir de 6 años, situado en las antiguas instalaciones de la empresa textil Giner.
Uno de los atractivos más importantes de Morella es su excelente gastronomía. Esta localidad presume de tener una de las trufas más apreciadas de Europa, la trufa negra de Morella (
Tuber melanosporum). Los embutidos son el entrante por excelencia, además de los deliciosos quesos de oveja y cabra y las croquetas morellanas, realizadas con la carne de un buen caldo y envueltas en una oblea de pan ácimo, dándoles forma triangular. Entre los postres cabe señalar el delicioso flaó y la cuajada.
Dónde comer
La oferta gastronómica es amplia, he tenido ocasión de disfrutar de propuestas de cocina moderna que combinan tradición y nuevas tendencias.
Mesón del Pastor (964 16 02 49), ideal para degustar unos deliciosos platos a base de setas de temporada y platos tradicionales de la zona.
Casa Roque (964 16 03 36), buen servicio y una cocina tradicional, con esas pequeñas innovaciones que le dan un toque personal y cálido.
La Fonda (964 17 31 81), gastronomía morellana basada en productos autóctonos y de crianza propia, a través de una cocina sencilla y tradicional.
Restaurante Vinatea (964 16 07 44), una carta que aúna tradición y modernidad, en un emplazamiento único bajo los soportales del casco histórico de Morella.
Dónde tomar una copa
Para terminar la noche nada mejor que
Dadá Museum Pub, tomar una copa en un edificio del siglo XIV o degustar un mojito en su terraza interior con aires de patio andaluz es el punto final perfecto para poner la guinda en una visita a Morella.
Dónde dormir
El
Hotel Cardenal Ram está enclavado en pleno casco histórico, se alza sobre un edificio nobiliario de estilo gótico creado en el s.XVI y propiedad de la familia Ram. Dispone de dieciséis habitaciones dobles.
Más información:
Morella Turismo