El nombre de esta bella localidad costera siciliana procede del griego
Κεφαλοίδιον que significa
“cabeza” o
“extremidad”, por la forma del promontorio rocoso de 270 metros de altura que guarda la ciudad.
La llegada de los normandos supone una época de esplendor para la ciudad, especialmente con
Roger II que hace construir un magnífico templo, hoy catedral. Su construcción se inicia en 1131. La catedral se encuadra dentro del estilo románico siciliano. El pórtico de tres arcos está flanqueado por dos torres de piedra.
Los mosaicos del ábside, de estilo bizantino, se cuentan entre los más famosos del mundo. El Pantocrátor de
Cefalù es una de las representaciones religiosas más famosas de toda
Sicilia.
La tradición asegura que el rey
Roger II también construyó el palacio
Osterio Magno, pero lo más probable es que el edificio sea del siglo XIV.
En la misma calle encontramos la iglesia de
Santo Stefano, también llamada del
Purgatorio.
La ciudad duplica su población en los meses de verano. Además es un importante centro de aguas termales que atrae a numerosos turistas.
Cefalù se utilizó como telón de fondo en algunas escenas de
Cinema Paradiso.
En
Vía Vittorio Emmanuele encontramos un curioso lavadero medieval. Fue demolido en 1514 y reconstruido posteriormente. Una escalinata empinada conduce a las pilas de lavado.
El núcleo urbano está incluido dentro del
Parco delle Madonie, y forma parte de
I borghi più belli d'Italia, una asociación que reúne a los pueblos italianos que se distinguen por su interés artístico, cultural e histórico.
Sicilia es una de las regiones más interesantes de Italia desde el punto de vista gastronómico. Quizás el plato de pasta más característico de la isla sean los
maccheroni con le sarde, pasta con sardinas, piñones e hinojo, un plato suculento y delicioso. La idea de combinar piñones con las sardinas proviene de la creencia de la medicina clásica romana en el efecto antiséptico y depurativo de los piñones, así que si las sardinas no eran totalmente frescas los piñones evitaban ponerse enfermo.
Entre los postres más conocidos destacan la
cassata, una tarta tradicional a base de ricotta, azúcar, bizcocho, mazapán, fruta confitada y azúcar y los
cannoli, una masa enrollada en forma de tubo y dentro posee los ingredientes mezclados con queso ricota. Es tan popular en
Sicilia que es muy rara la pastelería que no tenga en el escaparate una bandeja de
cannoli.