La ciudad umbria de
Asís tiene un
je ne sais quoi de parque temático católico, no en vano ha sabido explotar hasta el hartazgo el nacimiento de
San Francisco (1182) y
Santa Clara (1194).
Asís (
Assisi, en italiano) fue fundada cerca de un territorio habitado por los etruscos. Tras convertirse en un floreciente municipio romano se convirtió al cristianismo en el siglo III de manos de
San Rufino, su primer obispo. Tras la caída del Imperio Romano fue arrasada por
Totila (545) y, posteriormente, ocupada por los bizantinos.
La catedral románica data de 1140 y está dedica, precisamente, a
San Rufino. En la fachada destacan los tres rosetones decorados con esculturas simbólicas.
En el interior, renovado en el siglo XVI, está la pila donde fueron bautizados
San Francisco y
Santa Clara.
Pero el edificio religioso más importante de la ciudad es la
Basílica de San Francisco y el Sagrado Convento. El conjunto consta de dos iglesias superpuestas. La inferior, que data de 1228-1230, y la superior, de 1230-1253. En una cripta, excavada en 1818 se custodia el cuerpo del Santo.
La iglesia superior, de una sola nave, tiene frescos de la escuela de
Giotto que ilustran la vida del santo.
A la iglesia inferior se accede por una plaza delimitada por un pórtico comenzado en el siglo XV. Está decorada por los grandes maestros de la pintura del
duecento y del
trecento:
Cimabue, Giotto,
Lorenzetti,
Simone Martini.
En el convento se exhibe el tesoro con códices miniados, pinturas, relicarios, etc.
La calle San Francesco comunica el centro urbano con la basílica. En ella encontramos varios edificios interesantes y una fuente que tiene un curioso cartel:
"Multa de un escudo y pérdida de los paños para quien lave en esta fuente".
En el
Foro Romano, en pleno centro de la ciudad, se encuentra el antiguo
Templo de Minerva, hoy transformado, -como no podía ser de otro modo-, en iglesia.
La
basílica de Santa Clara está construida en estilo gótico italiano. Destacan el rosetón y el portal. En la capilla de San Jorge se halla el crucifijo que, según la tradición,
San Damián habló a
San Francisco. En la cripta se conserva el cuerpo de la santa.
La
iglesia de San Pedro, de estilo románico destaca por su fachada rectangular con tres rosetones.
La
Rocca Maggiore es la antigua ciudadela del feudalismo alemán, reconstruida por el
Cardenal Albornoz en 1367 y, posteriormente ampliada por los papas
Pío II y
Pablo III. Desde el torreón se divisan unas vistas espectaculares.
La ciudad amurallada y los callejones empedrados están repletos de rincones fotogénicos.
A cuatro kilómetros de la ciudad se encuentra
Santa María de los Ángeles una imponente basílica construida en 1569 y coronada por una cúpula de
Galeazzo Alessi.
En su interior se encuentra la
Porciúncula, núcleo del primer convento franciscano, y la capilla del tránsito, donde San Francisco murió el 3 de octubre de 1226.