La capital de
Umbria,
Perusa (
Perugia en italiano), es una animada ciudad universitaria con un rico patrimonio histórico y cultural.
En la plaza principal destaca el
Palacio de los Priores, construido a finales del siglo XIII. Encima de la puerta se pueden ver dos copias en bronce del grifo, símbolo de
Perusa, y del león, símbolo
güelfo. Los originales se encuentran en la
Galleria Nazionale di Umbria, en el edificio anexo.
La
Fontana Maggiore es uno de los mejores ejemplos de escultura medieval italiana. La fuente fue obra de los artistas
Nicola Pisano y su hijo
Giovanni Pisano.
Se conserva un acueducto del siglo XIII, reconstruido en el siglo XIX, de cinco kilómetros de longitud que traía el agua desde el monte Pacciano hasta la
Fontana Maggiore
En la catedral se conserva una reliquia curiosa: el anillo de boda de la Virgen María, que se exhibe anualmente cada 30 de julio.
Quizás el elemento más característico de la ciudad sean las estrechas callejuelas de piedra cubiertas por arcos y bóvedas. A cada paso encontramos elementos arquitectónicos que atestiguan el pasado histórico de
Perusa.
La ciudad cuenta con varios arcos de entrada. El más importante es el
Arco de Augusto o
Arco Etrusco, orientado al norte y realizado en el siglo III a.C. El arco de medio punto tiene grabada la inscripción AUGUSTA PERUSIA.
Hay muchísimos edificios religiosos en la ciudad, el
Oratorio de San Bernardino presenta una elegante fachada polícroma obra del arquitecto florentino
Agostino di Duccio.
La
Porta Eburnea toma su nombre del marfil del elefante, símbolo del barrio al que se accede desde este punto.
La
Rocca Paolina es una gran fortaleza mandada edificar por
Pablo III Farnesio, en la actualidad se ha convertido en todo un barrio subterráneo al que se accede mediante unas escaleras mecánicas.
Otra de las puertas de la ciudad, la
Porta Romana o
Porta de San Pietro da paso al barrio homónimo en el que destacan el
convento y la iglesia de San Pedro.
En el antiguo
Convento de Santo Domingo se encuentra el
Museo Arqueológico Nacional de Umbria que reúne una importante colección de piezas etruscas y romanas, entre ellas la
tumba de la familia Cai Catu, hallada en 1983 bajo una casa de la localidad y formada por cincuenta urnas cinerarias y un inhumado. Otra pieza importante es una estela con una de las inscripciones en lengua etrusca más largas que han llegado hasta nuestros días.
Una de las iglesias más antiguas de la ciudad es la dedicada al obispo y mártir
San Constanzo, del siglo XI. En 1894 fue reconstruida en estilo neorrománico.
Cada año la ciudad celebra una de las mayores muestras de chocolate del mundo. El festival
Eurochocolate congrega a fabricantes de toda Europa.