Con cerca de 600.000 habitantes,
Oslo es la ciudad más poblada de Noruega, además de ser su centro político, económico y cultural. Políticamente constituye un municipio y, a la vez, una de las diecinueve provincias del país.
Det Kongelige Slott, el Palacio Real, es la residencia de la familia real construida entre 1824 y 1848 en Christiania, el nombre de Oslo de 1624 a 1878 (desde ese año a 1924 se denominó Kristiania) en honor al rey
Cristián IV de Dinamarca. Es obra del arquitecto Hans Linstow, quien lo proyectó para Carlos XIV Juan de Suecia, rey de Suecia y Noruega, que tras alcanzar el poder en 1818 quiso construirse un palacio en Oslo. Tras la independencia de Noruega en 1905 el palacio, que no había sido demasiado utilizado por los reyes suecos, pasó a ser patrimonio de la casa real noruega, que actualmente lo utiliza como lugar de trabajo y no de residencia.
Muy cerca se encuentra el
Teatro Nacional, la gran institución escénica de la ciudad.
Siguiendo la gran avenida
Karl Johans llegamos a
Stortinget, el Parlamento, que data de 1866. Es la sede de la Asamblea Nacional Noruega.
El edificio civil más importante de la ciudad es el Ayuntamiento,
Rådhus, inaugurado en 1950. Su interior está decorado con elegantes motivos de la historia, cultura y vida cotidiana del país.
En el exterior encontramos un interesante reloj astronómico que indica la posición actual del Sol, la Luna y los planetas.
En la galería porticada de entrada hay una serie de tallas en madera de tema mitológico.
En su interior tiene lugar cada 10 de diciembre la entrega del
Premio Nobel de la Paz.
Frente al ayuntamiento se encuentra el
Nobels Fredssenter, el Centro Nobel de la Paz que hace un recorrido por los ganadores de este galardón y sus trabajos, además de centrarse en temas de actualidad como las guerras y la resolución de conflictos.
La moderna plaza de la estación, con la torre de la oficina de turismo es uno de los lugares más animados de la ciudad. La estatua del tigre hace las delicias de los más pequeños.
Además de la
Nasjonalgalleriet, que alberga el famoso cuadro
El grito, otro museo interesante para conocer la obra de
Edvard Munch es el
Munch Museet.
En el distrito de Bigdøy se encuentran algunos de los museos más interesantes de la ciudad. El museo Fram está dedicado al buque más famoso de la historia noruega, símbolo de todas las expediciones polares. El lugar ideal para conocer de primera mano la gesta de
Roald Amundsen.
El
Norsk Folkemuseum permite conocer las distintas construcciones tradicionales del país, los 155 edificios del museo permiten ver las particularidades constructivas de cada zona, desde las cabañas de madera de Telemark a las chozas de turba de los sami.
La joya del museo es la
Gol Stavkirke, una iglesia del año 1200 trasladada desde la localidad de Gol a Oslo.
En el museo también se puede conocer cómo era la vida en una granja tradicional durante los años 50. El personal del museo, ataviado con ropa de la época, crea un ambiente muy auténtico.
El
Parque Vigeland es una de las atracciones más visitadas de Noruega, con más de 1 millón de visitantes al año. Este excepcional parque escultórico muestra el trabajo de toda una vida del escultor
Gustav Vigeland (1869-1943), con más de 200 esculturas en bronce, granito y hierro forjado.
La mayor atracción del parque es el Monolito (
Monolitten), que es un bloque único de granito que se alza sobre una plataforma octogonal escalonada, tiene 17 metros de altura, y está esculpido con 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas.
El conjunto de esculturas y bajorrelieves de bronce se inspira en acontecimientos de la vida cotidiana, evocando momentos como el nacimiento, la infancia, la adolescencia, el primer amor, la madurez, los hijos, la familia, la vejez y la muerte.
Una de las zonas más animadas es el puerto, junto al ayuntamiento, una zona llena de pubs con el ruido de los transbordadores, las gaviotas y los charranes.
Junto al puerto está la fortaleza de
Akerhus, un castillo medieval construido alrededor del año 1300 y, posteriormente, transformado el palacio renacentista.
Cada día, a las 13.30 h tiene lugar la ceremonia del cambio de guardia.
La
Catedral Luterana de Oslo es el principal edificio religioso de la ciudad, fue bendecida en 1697 y sus techos exhiben extensas pinturas del
Hugo Lous Mohr realizadas entre 1936 y 1950. Es un templo barroco de planta de cruz latina construido de ladrillo. Tiene una sola torre cuadrada en el centro de su extremo occidental, rematada en una cúpula axial de bronce de tres cuerpos. En la parte baja de la torre hay un relieve escultórico de inicios del siglo XII, presuntamente procedente de la catedral medieval de San Hallvard, la primera catedral de Oslo. De la también desaparecida catedral de la Trinidad son las cinco campanas de la torre, así como varias lápidas del cementerio.
En los últimos años la ciudad se está modernizando notablemente y hay muchos edificios modernos de interés, especialmente en
Aker Brygge, junto al puerto, y cerca de la estación.
Siguiendo esta línea de modernidad, en 2008 se inauguró el nuevo edificio de la
Ópera que se ha convertido, por derecho propio, en una de las principales atracciones arquitectónicas del país.