Bruselas es la capital de Bélgica, una ciudad cosmopolita que también es la sede de las instituciones de muchas de sus entidades federadas (la comunidad francesa de Bélgica, la comunidad flamenca, la región de Bruselas-Capital y la región flamenca), de la OTAN y de algunas instituciones de la Unión Europea (el Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea, las comisiones del Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Comité de las Regiones, el Comité Económico y Social).
El centro neurálgico de
Bruselas es la preciosa
Grand Place, una animada plaza cerrada al tráfico que alberga el ayuntamiento y numerosos edificios históricos de las casas gremiales.
La
Maison du Roi de estilo gótico data de 1870 y acoge al
Musée de la Ville de Bruxelles, dedicado a la historia de la ciudad.
Cerca de la plaza se encuentra una de las galerías comerciales más suntuosas del continente, las
Galeries Royales de Saint-Hubert, en ella destacan las chocolaterías de lujo que ofrecen todo tipo de delicias bañadas en chocolate.
Junto al
Palacio Real, en el barrio aristocrático de la parte alta de la ciudad, se encuentra la iglesia de
Saint-Jacques-sur-Coudenberg con su fachada neoclásica y campanario con linterna.
Enfrente se encuentra los
Musées Royaux des Beaux-Arts que reúnen una excepcional colección de pintura del siglo XV al XX.
Quizás el monumento más famoso de la ciudad (con el permiso del Atomium) sea una pequeña estatua de un niño orinando conocida como
Manneken Pis. La leyenda cuenta que en el siglo XIV
Bruselas llevaba bastante tiempo sitiada por una potencia extranjera. Los atacantes había ideado un plan para colocar cargas explosivas en las murallas. Sucedió que un niño pequeño llamado Juliaanske estaba espiándoles cuando las preparaban. Orinó sobre la mecha encendida y salvó así la ciudad. Desde el siglo XVIII se le ha venido vistiendo con diferentes trajes, durante nuestra estancia lo vimos vestido de surfista.
Desde 1987,
Manneken tiene una hermanita,
Jeanneke Pis, una niña que orina despreocupadamente en un callejón cercano a las
Galeries Royales de Saint-Hubert.
En la ciudad abundan las cervecerías de renombre. En
Delirium Tremens podemos encontrar una carta con ¡2000 tipos de cerveza distintos! En
A la Mort Subite sirven la famosa
gueuze del mismo nombre.
La oferta de cervezas en las tiendas de souvenirs es impresionante.
Otra de las aficiones de los belgas son las
frites, patatas fritas que se compran en puestos callejeros siempre atestados de gente.
También las sirven como guarnición con los mejillones, otro de los platos nacionales.
Por último, la otra especialidad belga que no falta en ningún parque son los gofres, una especie de torta con masa crujiente parecida a una galleta tipo oblea con forma de rejilla que se cocina entre dos planchas calientes.
Desde la parte alta de la ciudad se llega al centro pasando por la
Place de L'Albertine, con una estatua ecuestre del
rey Alberto I.
Junto a
París,
Viena y Barcelona,
Bruselas es una de las capitales europeas del Modernismo. El mejor exponente de este estilo es el arquitecto
Victor Horta, cuya casa alberga un interesantísimo museo. Otro interesante edificio
art nouveau es el
Old England, junto al museo real, que aloja al
Musée des Instruments de Musique.
La
Cathédrale des Saints Michel et Gudule es la mayor de la ciudad. Su construcción comenzó en 1226 y tardó tres siglos.
Otro templo interesante es la iglesia de
Notre-Dame du Sablon, a su lado se celebra cada fin de semana un mercado de antigüedades donde se pueden encontrar objetos muy interesantes.
Enfrente de la iglesia se encuentra un coqueto jardincito llamado Place du Petit Sablon rodeado por una verja con 48 estatuas de gremios medievales. En el centro se encuentra la fuente de los
condes d'Egmont y de Hornes que resistieron a los invasores españoles.
Al sureste de la ciudad se encuentra la
Porte de Hal, una puerta medieval fortificada resto de la segunda muralla de la ciudad. En su interior alberga un museo de armaduras.
El otro símbolo de la ciudad es una construcción creada para la
Exposición General de 1958. El
Atomium representa una cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Tiene 103 metros de altura.
El
Atomium abrió nuevamente, totalmente renovado tras una restauración de dos años, el 18 de febrero de 2006. En su interior se incluyó un ascensor que permite llegar a la cima en pocos segundos.
Igual que ocurre en
Pisa, la gente es poco original a la hora de hacerse fotos. :-)