A orillas del río
Isar se levanta
Landshut, capital de la Baja Baviera, una ciudad que creció alrededor del castillo de Trausnitz. Cuenta con aproximadamente 60.000 habitantes, lo que la convierte en la segunda ciudad más grande del este de Baviera, después de Ratisbona.
En 1475 la ciudad asistió al matrimonio entre el duque
Georg Wittelsbach con la princesa polaca
Jadwiga, hija de
Casimir Jagellon. Este hecho se conmemora actualmente en el espectáculo de la boda de Landshut, donde los habitantes de la ciudad recrean cada cuatro años el boato de la ceremonia con trajes de época.
La
Marinskirche tardó más de un siglo en edificarse, sus bóvedas resultan impresionantes por su altura. La torre de la iglesia es única, con sus 131 metros de altura es la torre de ladrillo más alta del mundo.
El ayuntamiento cuenta con un precioso balcón renacentista.
Muchas casas presentan pinturas renacentistas, por ejemplo la llamada
Landschaftshaus.
La
Ländtor es una de las puertas góticas de acceso a la ciudad, a los lados podemos ver restos de las antiguas fortificaciones.
Pero lo más interesante de la ciudad son las casas con hastiales que aportan un colorido único a
Landshut.