Rímini se encuentra frente el mar Adriático y después de
Lido de Venecia es probablemente el más famoso centro de veraneo de la riviera adriática.
Pero además de oferta turística para veraneantes, la ciudad natal de
Federico Fellini tiene mucho que ofrecer al viajero interesado en la historia y el arte.
Durante la época romana imperial,
Rímini fue
Ariminum, las huellas más importantes de esta época son el
Puente de Tiberio, construido en piedra sobre el
río Marecchia y el
Arco de Augusto, arco de triunfo levantado en 27 a. C. en honor a Augusto.
Otros restos romanos notables los encontramos en el área arqueológica de
Piazza Ferrari, en la que podemos contemplar los restos de la casa de un cirujano del siglo II d.C. En las excavaciones se han recuperado más de 150 piezas de instrumental médico, el más completo que se ha conservado de época romana y que se puede admirar en el
Museo della Città.
El
Museo della Città ofrece una visión general de la historia antigua y de la arqueología de toda la provincia. Contiene también una interesante pinacoteca en la que encontramos obras extraordinarias como esta
Piedad de
Giovanni Bellini.
En toda la zona son palpables las huellas de los
Malatesta, un sobrenombre no precisamente benévolo, para una de las familias más influyentes durante casi tres siglos.
El
Castel Sismondo fue la residencia principal de la corte malatestiana. Se inició su construcción exactamente el 20 de marzo de 1437, a las 18:48 horas, según los astrólogos de la corte.
Pero el edificio que más admiración causó en su época y en nuestros días es el
Templo Malatestiano. Esta obra renacentista de
Leon Battista Alberti fue construida a finales del siglo XV.
En sus capillas encontramos algunos retratos de
Segismundo I, el mecenas que envenenó a sus tres primeras mujeres cuando dejaron de gustarle para luego casarse con una amante.
La
capilla de los planetas tiene un simbolismo astrológico que nos da idea de la imagen del firmamento que había en época medieval y evoca la perfección y armonía del cielo.
En la
capilla de San Gaudencio, también llamada
de los juegos infantiles, encontramos unos graciosos angelitos que juegan. Parece que esta capilla albergaba el sepulcro de las mujeres y los niños de la familia
Malatesta.
En la
Piazza Tre Martiri encontramos un interesante reloj astronómico con calendario lunisolar que data de 1750.
En la
Piazza Cavour encontramos la
fuente de la Piña construida por
Giovanni da Carrara en 1543, una estatua del papa
Pablo V y el
Palazzo del Podestà