Una estatua de
Garibaldi da la bienvenida al viajero que llega por tren a
Cremona.
La ciudad fue fundada por los romanos en el año 218 a.C., pero fue mucho después cuando la poderosa familia
Visconti le dió a la villa el aspecto señorial que podemos ver en la actualidad.
La catedral se empezó a construir en 1107, en estilo gótico lombardo. Su torre, denominada el
Torrazzo es la construcción de ladrillo más alta de Europa.
Los mármoles polícromos que recubren la fachada resultan especialmente vistosos por la noche.
En el cuarto piso de la torre se encuentra uno de los relojes astronómicos más grandes del mundo. El reloj que vemos actualmente fue construido por
Giovan Battista y
Francesco Divizioli (padre e hijo) entre los años 1583 y 1588.
El ayuntamiento cremonés se encuentra en el
Palazzo Comunale de los siglos XVI y XVII. En su interior se conserva una interesante colección de violines que un conservador cuida diariamente.
Si hay una ciudad europea vinculada a un instrumento musical sin duda es Cremona y el violín. En esta ciudad nació
Antonio Stradivari, constructor de los míticos
Stradivarius.
Es fácil encontrar las huellas del
luthier en varios rincones de la ciudad. Una placa recuerda la casa en la que vivió y un túmulo en el parque de
Piazza Roma conmemora el lugar donde se encontraba su tumba.
Uno de los museos más interesantes de la ciudad es el
Museo Stradivariano donde se puede ver una interesante colección de instrumentos de época de los Stradivari, Amati y otros prestigiosos constructores. El edificio acoge también la pinacoteca del
Museo Cívico en los que destacan un cuadro de
Caravaggio y otro de
Arcimboldo.
En la ciudad hay cientos de talleres de
luthieres procedentes de todos los rincones del mundo. Un paraíso para los amantes del violín.
Entre los templos de la ciudad destacan la iglesia de
Santa Ágata fundada en 1077 y remozada en el siglo XIX con una fachada de estilo neoclásico.
La iglesia de
San Luca tiene una fachada de terracota de 1471. A su lado encontramos el
Tempietto del Cristo Risorto, erigido como exvoto para solicitar protección contra la peste.
El patrón de
Cremona es
San Omobono que tiene una iglesia homónima en el lugar donde murió dando misa.
La iglesia de
Sant'Agostino fue originalmente un monasterior. La capilla
Cavalcabò contiene frescos interesantes, así como una notable pintura de
Perugino.
Entre los numerosos palacios de la ciudad destaca el
Palacio Cittanova, situado enfrente de la iglesia de
, construido en 1256.
Por toda la ciudad hay rincones pintorescos y palacios señoriales a cada paso.Merece la pena entrar en los palacios, la mayoría son privados, pero casi siempre es posible ver el patio de acceso.