La isla de
Malta es la mayor del archipiélago maltés y la que alberga los principales destinos turísticos del país. La majestuosa capital
Valletta es una visita obligada, así como la ciudad de
Mdina/Rabat, antigua capital del país.
En el sur de la isla encontramos el puerto pesquero de
Marsaxlokk, un encantador lugar al que los malteses acuden cada domingo para comprar pescado fresco. El puerto está repleto de
luzzus, las barcas tradicionales pintadas con vivos colores y decoradas con el ojo de Osiris.
Tras la compra, los malteses suelen almorzar en alguno de los restaurantes que rodean el puerto.
Más allá del puerto se extiende una lengua de tierra en la que encontramos el faro de
Delimara, uno de los pocos que aún se mantienen en funcionamiento.
Cerca de la aldea de
Wied Iż-Żurrieq se encuentra la
Blue Grotto, un precioso paraje natural que hace las delicias de los aficionados al submarinismo. La leyenda asegura que esta zona estuvo habitada por sirenas.
Siguiendo nuestro recorrido alrededor de la isla encontramos el islote de
Filfla, situado enfrente de los
templos megalíticos de Ħaġar Qim y Manjdra.
El paisaje de los acantilados de
Dingli resulta sobrecogedor, estos acantilados alcanzan los 300 metros de altura y discurren a lo largo de once kilómetros de costa. Es una de las zonas vírgenes de
Malta.
En
Paola encontramos la moderna iglesia de
Cristo Rey y callejuelas típicas decoradas con vistosos balcones.
Frente a
La Valletta se encuentran las tres ciudades:
Senglea,
Conspicua y
Vittoriosa. El 10 de agosto, festividad de San Lorenzo,
Vittoriosa se viste de fiesta para celebrar el día de su patrono.
En el extremo noreste de la isla, en la zona donde la tradición cuenta que naufragó
San Pablo, en la bahía que lleva su nombre encontramos una estatua del santo.
Una de las cosas que primero sorprenden al viajero es que en esta isla apenas hay unas cuantas playas de arena, la mayoría son rocosas, pero esto no es obstáculo para los bañistas.
Sliema y
San Julian son dos de las zonas más turísticas del país, están cerca de la capital y la oferta hotelera es amplia.
No podemos abandonar
Malta sin ver la gigantesca cúpula de la iglesia parroquial de
Mosta, actualmente se considera la cuarta más grande de Europa.