Cuaderno de viaje

Los templos de Ġgantija, situados en Xaghra, en la isla hermana de Gozo, constituyen uno de los emplazamientos arqueológicos más importantes de Malta. Los orígenes de Ġgantija datan de la fase denominada, precisamente, Ġgantija (3600 – 3200 a.C.). John Otto Bayer fue el primero en excavar los templos en 1827. Se llevaron a cabo extensos trabajos arqueológicos y de restauración a principios del siglo XX para asegurar su conservación.



El complejo megalítico de Ġgantija consta de dos templos rodeados por un gran muro de protección. El muro de protección se construyó usando la alternancia de dos técnicas, con piezas dispuestas en vertical y otras en horizontal. Algunos de estos megalitos tienen 5 metros de longitud y 50 toneladas de peso.



Los templos de Ġgantija fueron construidos con bloques de piedra caliza coralinos y ásperos. Cada templo contiene cinco ábsides conectados mediante un pasillo central que lleva hasta el interior del trifolio. El primer templo es más grande y contiene variedad de características tales como altares, relieves tallados y espacios para la oración. El segundo templo fue construido más tarde y no consta de tales características. También es de interés la técnica de Corbel, evidente en el interior de las paredes inclinadas, sugiriendo que el templo tuvo tejado.



Las grandes dimensiones de los megalitos despiertan la imaginación popular. En siglos pasados, la población local creía incluso que los templos de las islas, en particular estos de Ġgantija, habían sido obra de los gigantes. Este particular emplazamiento templario situado en Gozo da testimonio de la antigua leyenda: su nombre, Ġgantija, significa gigante en maltés.



En la isla de Malta encontramos el templo de Ħaġar Qim, excavado por primera vez en 1839. Esta construcción también data de la fase Ġgantija (3600 – 3200 a.C.). Levantado en lo alto de una colina con vistas al mar y al islote de Filfla, está situado 2 km al sudoeste del pueblo de Qrendi. Sólo 500 metros más allá de Ħaġar Qim, hacia los acantilados, se encuentra otro templo de notable importancia, Mnajdra, asentado en un vano sobre los acantilados del sur. El área de alrededor, típica del Mediterráneo y espectacular en su austeridad y aislamiento, está protegida por el Patrimonio de Malta.



En Ħaġar Qim se han realizado notables descubrimientos, por ejemplo un pilar decorado parte de un altar, dos mesas pertenecientes a un altar y algunas estatuillas femeninas que ahora se encuentran expuestas en el Museo Nacional de Arqueología, de La Valletta. Ħaġar Qim en sí mismo consta de un templo único. Sin embargo, no está claro si fue construido con una estructura de cuatro o cinco ábsides. Podemos encontrar otras ruinas de templos a pocos metros del templo principal. La entrada y la fachada responden al patrón típico de todos los templos a lo largo y ancho de las islas.



Más allá del primer par de ábsides, el interior del templo está más firmemente tapado de lo que es habitual en los templos. El acceso visual parece haber sido limitado por portillas de losa. La única decoración la conforma un simple alféizar de piedra desplazado sosteniendo un par de espirales opuestas como las que podemos encontrar también en los templos de Tarxien, y un altar aislado decorado en sus cuatro costados.



A través de la siguiente salida, el ábside a mano derecha tiene un curioso grupo de orzostatos bajos formando un cercamiento interno. El ábside a mano izquierda posee tres mesas de altar elevadas y da acceso a la cámara adicional a la que se llega subiendo tres escalones. Un pilar bajo se encuentra al final del ábside. Existen tres cámaras adicionales al norte y al oeste de los edificios pero a estos se accedía originariamente desde el exterior del templo.

En la pared externa adjunta, el primer orzostato detrás de la esquina del lado derecho de la fachada, es uno de los más largos existentes en ningún templo. Tiene una longitud de 6,4 metros y se calcula que pesa cerca de las 20 toneladas. El menhir de la parte superior tiene una altura de 5,2 metros.



Mnajdra se encuentra arropado en un valle entre los acantilados de la costa sur de Malta. Este lugar es probablemente el que tiene una atmósfera más envolvente de todos los templos de Malta. Está situado en un trecho accidentado de la costa mirando hacia el islote de Filfla y a justo 500 metros de otro templo principal, Ħaġar Qim. Aunque es árido en verano, este paisaje se transforma en primavera cuando florecen las plantas y arbustos.



Mnajdra es un complejo que consta de tres templos que miran hacia un patio ovalado. El primero y más antiguo de los templos consiste en un edificio simple con tres ábsides y data de la fase Ġgantija (3600 – 3200 a.C.). Las pequeñas paredes de escombro son una reconstrucción moderna pero las pequeñas del lado superior derecho, con su decoración picada, son originales.



El más impresionante de los templos de Mnajdra es el tercero, con su gran fachada intacta y su banco construido a principios de la fase Tarxien (3150 – 2500 a.C.). Este templo es quizás el más exquisito de los que se conservan en las islas.
La mampostería demuestra el conocimiento que tenían de las técnicas de construcción y una excelente habilidad. La forma cóncava y tallada de las paredes indica la posibilidad de algún tipo de estructura en forma de cúpula como tejado. Las losas decoradas con espirales talladas otorgan un aspecto excepcional a este emplazamiento. Es también notable la hornacina del lado izquierdo, Todo ello está decorado con la ornamentación típica de la decoración de los templos de Malta.



El templo del medio fue el último en ser construido a finales de la fase Tarxien. Fue insertado entre los otros dos templos y colocado en un nivel superior sobre una especie de terraza. Las paredes de sus ábsides son de modesta altura y construidas en piedra caliza globigerina. De particular interés es el grabado de la fachada de un templo en el primero de los orzostatos más altos, a la izquierda del pasillo que conduce a los ábsides interiores.



De las ruinas de Mnajdra se obtuvieron valiosas reliquias, figurillas de piedra y arcilla, adornos de concha y piedra, herramientas de pedernal y loza decorada. La ausencia de objetos de metal tanto aquí como en otros templos similares es resultado de su origen neolítico.

El templo mas bajo tiene una particular alineación astronómica. Durante el equinoccio, el 20 de marzo y el 22 de septiembre, los rayos del sol pasan directamente a través de la puerta principal del templo e iluminan el eje principal. En el solsticio de verano, el 21 de junio, los rayos del sol iluminan el borde de un megalito a la izquierda de la puerta, conectando el primer par de cámaras con las cámaras interiores. Durante el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, se produce el mismo efecto pero en el correspondiente megalito del lado derecho. Aunque la orientación solar parece clara, en realidad plantea algunos problemas, por lo que se han apuntado otras hipótesis más plausibles, en concreto una orientación hacia el punto de salida de Las Pléyades.

Unas estelas de piedra presentan unas incisiones que se cree que representan un primitivo calendario.



El siguiente gran conjunto arqueológico se encuentra en Tarxien. Estos templos fueron descubiertos en 1914 por granjeros locales que encontraron grandes bloques de piedra mientras araban un campo. Su descubrimiento fue continuado por Sir Themistocles Zammit, que excavó el lugar entre 1915 y 1917.



Este emplazamiento, que data de entre 3600 y 2500 a.C., es el más complejo de todos los lugares megalíticos de Malta y consta de cuatro estructuras megalíticas. Son famosos por lo detallado de su excavación que incluye animales domésticos esculpidos en relieve, altares y pantallas decoradas con diseños en espiral y otras formas, los originales se encuentran en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional de La Valletta. De particular interés es una cámara construida en el grosor de un muro, entre los templos del sur y el central, y que es famoso por su relieve de dos toros y una hembra de cerdo.



Este lugar parece haber sido utilizado para rituales que probablemente incluían el sacrificio de animales. Tarxien es también de gran interés porqué permite hacerse una idea de cómo se construían los templos: los rollos de piedra que encontramos en el exterior del templo sur eran usados probablemente para transportar los megalitos. También han sido encontrados restos de cremaciones en el centro del templo sur en Tarxien, lo que nos indica que este sitio fue reutilizado como cementerio de cremaciones de la Edad de Bronce.




No podemos terminar este viaje por los templos megalíticos de Malta sin detenernos en el Hipogeo. Esta cavidad bajo tierra es un monumento único y un ejemplo espléndido de arquitectura en negativo, es decir, excavando en la tierra para crear habitaciones y cámaras decoradas. Fue descubierto accidentalmente en 1902 por un cantero que estaba poniendo los cimientos de algunas casas. Nada permite sospechar desde el exterior las maravillas que hay en su interior.



La excavación produjo abundante material arqueológico incluyendo mucha cerámica y huesos humanos, ornamentos personales como abalorios y amuletos, pequeños animales tallados y figuritas más grandes. Entre ellas destaca la Dama durmiente, una preciosa estatuilla que se conserva actualmente en el Museo Arqueológico Nacional en La Valleta y que sugiere que los constructores del Hipogeo tenían pensamientos abstractos avanzados.



El Hipogeo consta de salas, cámaras y pasillos hechos de piedra que en algunos casos alcanzan los 500 m2. Las cámaras de piedra son de distintas formas y tamaños y acabadas de diferentes formas debido al trabajo humano. El complejo se divide en tres niveles, el nivel superior (3600-3300 a.C.), el nivel central (3300-3000 a.C.), y el nivel inferior (3150-2500 a.C.). La habitación mas profunda en el nivel inferior se encuentra a 10,6 metros de profundidad.



Este monumento único está inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Para asegurar su conservación, se regula estrictamente el microclima del sitio: los niveles de temperatura, humedad relativa y dióxido de carbono están constantemente monitorizados para asegurar la supervivencia del Hipogeo para futuras generaciones. Sólo se admiten 80 visitantes al día, hay que reservar la entrada con antelación pero, sin duda, merece la pena.

Información adaptada de Heritage Malta.