El principal atractivo de
Ferrara es el castillo que la familia Este construyó en 1385 para defenderse frente a su pueblo tras una peligrosa revuelta. De la primera época se conservan el foso, los puentes levadizos y las torres. El conjunto del castillo resulta imponente.
En el interior podemos ver las celdas que fueron testigos de antiguas pasiones. La celda de
Ugo y
Parisina nos recuerda la historia de la segunda mujer del marqués
Niccolò III, enamorada de su hijastro
Ugo. La historia de amor fue descubierta y los dos infelices fueron decapitados en las prisiones subterráneas del castillo en 1425.
Hay numerosas salas con techos suntuosamente decoradas que nos dan una idea del modo de vida de los duques de
Ferrara. La
Sala degli Stemmi está decorada con motivos heráldicos y algunos paisajes de las legaciones de
Ferrara a mediados del siglo XIX.
La catedral, levantada en el siglo XII, es el otro gran edificio de la ciudad. La magnífica fachada con una estructura de tres cúspides fue empezada en estilo románico. La parte superior es gótica.
Entre los detalles de la decoración podemos ver una deliciosa aunque tétrica escena del Juicio Final, donde los demonios dan buena cuenta de los pecadores que no atendieron a sus obligaciones cristianas.
El suntuoso interior es de estilo clásico romano, la bóveda del ábside está decorada con el Juicio Final de
Bastianino, inspirado en el famoso de
Miguel Ángel de la
Capilla Sixtina.
El
Palazzo Municipale se alza sobre el antiguo Palacio Fucal, residencia de la familia Este hasta el siglo XVI, cuando la corte se trasladó al castillo. La puerta que da acceso al patio está flanqueada por una estatua del marqués
Niccolò III a caballo y otra del duque
Borso d'Este en el trono.
La ciudad está llena de rincones pintorescos. Una de las calles con más encanto es la
Via delle Volte, una calleja medieval con arcos de distintas épocas.
La calle central porticada es en la actualidad una animada zona comercial.
Entre los numerosos palacios de la ciudad destaca el
Plazzo dei Diamanti sede en la actualidad de la
Pinacoteca Nacional. El palacio toma su nombre de las más de 8.000 piedras en forma de diamante que decoran la fachada.
Otro de los atractivos turísticos de
Ferrara es la
Casa Romei, la casa de
Giovanni Romei, un mercader, banquero y aventurero de los siglos XIV-XV que nos traslada a aquella época y nos permite adivinar cómo era la vida de un adinerado mercader.