Esta agradable ciudad irlandesa tiene un atractivo aire medieval que justifica por si mismo una visita. Junto al río
Nore se alza el castillo, una de las fortalezas más espectaculares de
Irlanda que data del siglo XII.
En
High St encontramos la casa de un comerciante del siglo XVI, una bonita casa de estilo Tudor denominada
Rothe House.
La catedral de
Kilkenny es la segunda catedral del país tras la de
San Patricio en
Dublín. La leyenda cuenta que
San Canicio, (
Saint Kenneth) construyó aquí un templo alrededor del siglo VI. El lugar es muy llamativo, rodeado de antiguas tumbas y dominado por una torre circular de 30 metros de altura.
La
Black Abbey toma su nombre de los hábitos negros de los dominicos y fue fundada en el siglo XIII.
Otra catedral de la ciudad es la
Catedral de Santa María, en este caso, católica.
En
Kilkenny se conservan algunos pasajes medievales, el más interesante es
Butter Slip, ocupado en el siglo XVII por numerosos puestos de mantequilla.
Muchos de los negocios del centro mantienen fachadas tradicionales, lo que otorga a la ciudad un aspecto muy atractivo.