En el centro geográfico de
Irlanda se encuentra la localidad de
Birr, una ciudad de 3.600 habitantes con preciosas casas de estilo georgiano.
Birr ocupa un lugar en la historia de la ciencia gracias al empeño de uno de sus habitantes,
William Parsons, tercer
Earl of Rosse. El
Castillo de Birr es una residencia privada, por tanto no se puede visitar, aunque pueden recorrerse sus magníficos jardines que ocupan 50 hectáreas. Y visitar el museo científico en el que se hace un repaso a la vida y descubrimientos de los habitantes del castillo, una familia muy interesada en la ciencia y la técnica.
En el jardín se encuentra el famosos
Leviatán de Parsonstown, construido por
William Parsons en 1845 y que durante 75 años fue el telescopio más grande del mundo. En mi blog astronómico
El Beso en la Luna, podéis leer más acerca de
este telescopio.
Los jardines cuentan con más de 1.000 especies vegetales, entre ellos árboles del Himalaya y de China. También cuenta con los setos vivos más altos del mundo, plantados en la década de 1780 y que ahora miden 12 metros de altura.