Uno de los mayores atractivos de
Irlanda del Norte es la ruta costera de
Causeway donde podemos encontrar formaciones tan impresionantes como la
Calzada de los Gigantes. Cuando uno visita por primera vez esta curiosidad geológica, formada por varios miles de columnas hexagonales de basalto, comprende que los antiguos pensaran en un origen mitológico para estas piedras.
La leyenda cuenta que el gigante irlandé
Finn McCool construyó la calzada para poder cruzar el mar y luchar contra el gigante escocés
Benandonner. Cuando llegó allí se lo encontró dormido y viendo que era mucho más grande que él regresó a
Irlanda a toda prisa. Poco después la mujer de
Finn escuchó al enfurecido
Benandonner cruzar corriendo la calzada, así que vistió a su marido con un traje y un gorro de bebé. El gigante escocés huyó aterrorizado al ver a un bebé tan grande. Si el pequeño era así ¿cómo sería su padre?. Al huir precipitadamente destruyó la calzada, de la que sólo se conserva el inicio.
Otra formación notable es conocida como
El órgano, un grupo de columnas de basalto de 12 metros de altura.
En
Port na Spaniagh encontramos los picos rocosos conocidos como
Chimney Tops, que los navíos de la Armada Invencible bombardearon en 1588 confundiéndolos con el castillo de
Dunluce. El galeón español
La Girona se hundió frente a estas costas por culpa de una tormenta llevándose la vida de 1300 españoles, incluido lo más selecto de la aristocracia española. En la costa de
Portballintrae un equipo de buzos belgas recuperó el tesoro más grande de toda la Armada. El oro y las joyas de la
Girona están en el
Ulster Museum en
Belfast.
A unos 8 kilómetros al este se encuentran las ruinas del castillo de
Dunseverick, una fortaleza del siglo XVI sobre un imponente acantilado cubierto de hierba.
Cerca de la localidad pesquera de
Ballintoy encontramos el
puente colgante de Carrick-a-Rede, de 20 metros de largo y 1 de ancho. El puente atraviesa el abismo entre los acantilados y la pequeña isla de
Carrick-a-Rede, a 30 metros de altura sobre el mar. Toda una experiencia para quienes sufren de vértigo. La isla cuenta con una pesquería de salmones desde hace siglos, cada primavera los pescadores levantaban el puente para acceder a la pesquería.
Desde este lugar se puede ver la
isla de Rathlin, que ocupa un lugar en la historia de la técnica. En 1898 los ayudantes de
Guglielmo Marconi contactaron con
Ballycastle por radio para demostrar que la comunicación inalámbrica era un proyecto viable.