Dragør es un bonito pueblo de pescadores ubicado en la costa sur de la isla danesa de
Amager, al este de Zelanda (Sjælland). El municipio abarca un área de 18 km² y tiene una población de unos 13 mil habitantes.
Hay varias calles muy pintorescas con las tradicionales casitas de pescadores de color amarillo y tejados de paja. Sus estrellas calles adoquinadas le confieren un aspecto de otra época.
Uno de los atractivos de la ciudad es el
museo marinero, el edificio tuvo varios usos, entre ellos el de Ayuntamiento y el de sala de reuniones del consejo municipal. Se cuenta que la original chimenea en espiral debe su forma a que así se impedía que los curiosos encaramados al tejado pudieran escuchar los debates.
Dragør se fundó en el siglo XII y creció rápidamente como puerto pesquero. En 1370 la
Liga Hanseática otorgó algunos privilegios comerciales a la ciudad. Siguió prosperando hasta albergar una de las mayores flotas pesqueras del país, además de contar con industrias auxiliares de salazón y procesado.
En el puerto de la ciudad hay secaderos de pescado donde se ahúman arenques y salmón. El característico olor de esta industria se puede percibir con facilidad.
El club de piragüismo cuenta con unos largos muelles desde los que es fácil ver salir a las piraguas.
Desde el puerto también se divisa el impresionante puente de Öresund que une
Dinamarca y
Suecia en una de las obras de ingeniería más impresionantes del siglo XX.
Cerca de los barcos habita una colonia de patos, cisnes y gaviotas que se dejan fotografiar con indiferencia.
El moderno ayuntamiento de ladrillo sigue la estética de las construcciones tradicionales de la zona.