Con sus 440.000 metros cuadrados,
Ciudad del Vaticano es el estado más pequeño del mundo. A pesar de su reducido tamaño su influencia mundial es enorme, incluso en países en los que no predomina la religión católica. Al frente del
Vaticano se encuentra el Papa, que también es jefe de la Iglesia Católica y obispo de
Roma.
El edificio más conocido del
Vaticano es la
Basílica de San Pedro, un imponente edificio cuya construcción ha durado casi 18 siglos. La estructura actual es fundamentalmente renacentista y barroca y en ella han trabajado algunos de los mayores artistas de la historia,
Miguel Ángel,
Bernini,
Maderno,
Bramante...
"Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y te daré las llaves del cielo". Esta suntuosa obra guarda la tumba de
San Pedro, el discípulo que amén de negar a
Cristo por triplicado, fundó la iglesia.
Es difícil visitar el
Vaticano y permanecer indiferente. Es tan mayúscula la suntuosidad que, a pesar de haberlo visto cientos de veces en fotografías o documentales, uno se ve superado. Por no mencionar las contradictorias ideas que surgen al visitante cuando se da cuenta que la poseedora de esta magnificiencia es una iglesia que se declara a sí misma como
Iglesia de los pobres. Polémicas al margen estoy convencido de que nadie debería quedarse sin visitar esta impresionante basílica. La plaza de San Pedro es espectacular, el diseño elíptico del pórtico de columnas es soberbio.
En el interior destaca el imponente baldaquino, obra de
Bernini y un buen número de estatuas entre las que sobresale la magnífica
Piedad de
Miguel Ángel. La cúpula proyectada por
Miguel Ángel tiene un diámetro interno de 42,56 metros y una altura máxima de 136,57 metros. Estas cifras no dan una idea exacta de su majestuosidad hasta que no se tiene ocasión de recorrerla.
Un paseo muy recomendable es el de los jardines vaticanos, donde se pueden ver algunas fuentes preciosas o casitas encantadoras, como la de
Pío IV.
El
Vaticano cuenta con el servicio de la pintoresca
Guardia Vaticana, un cuerpo de seguridad formado por jóvenes suizos que jurar defender al papa con su vida. La leyenda cuenta que su colorido uniforme fue diseñado por
Miguel Ángel, aunque con toda probabilidad sólo se trate de eso, de una leyenda.
Además de la
basílica de San Pedro, el
Vaticano es el propietario de algunos edificios de
Roma que tienen carácter de posesiones extraterritoriales como, por ejemplo, el
Castel Sant'Angelo,
San Pablo Extramuros,
Santa María la Mayor,
San Juan de Letran y otros.